Hay postres típicos de Navidad tan calóricos que comiendo no muchas unidades de ellos pueden sumar más calorías que el primer plato y segundo juntos aunque la comida y cena haya sido copiosa. Por eso hay que controlarlos y saber cuál elegir
Pese a que ha sido un año extraño por la situación de la pandemia que estamos viviendo, diciembre siempre ha sido un mes lleno de eventos y celebraciones, generalmente ligados a comidas copiosas llenas de platos calóricos y dulces típicos navideños. Este año más que nunca estamos deseando reunirnos y no añadir restricciones también en la mesa.
En ocasiones esto nos supone un estrés cuando intentamos mantener un plan de alimentación y no sabemos si podremos permitírnoslo, si nuestro esfuerzo de meses se echará a perder por unos días o qué elegir en estos eventos para comer lo mejor posible sin que afecte a nuestro peso.
Este año los comercios por el SARS-Cov-2 no podrán recibirnos con platos llenos de polvorones, turrones, bombones?, ni visitaremos tantas casas en las que nos inviten a dulces y bebidas azucaradas, pero las tentaciones están a la vuelta de la esquina y sucumbir a ellas depende solo de nuestra elección. Los supermercados nos ponen sus novedades y los dulces tradicionales en plena caja para que si hemos evitado echarlos al carrito en un primer momento, no podamos resistirnos en el momento justo del pago. Para ello es importantísimo la planificación de nuestras compras; llevar una lista de la compra, justo con lo que necesitamos para nuestra semana nos ayudará a evitar compras excesivas y alimentos innecesarios. Desde Kibini nutrition damos mucha importancia a esta planificación durante todo el año, ayudando y enseñando las mejores opciones de compra y más en fechas tan señaladas.
Lo ideal sería no comprar estos postres antes de las fechas señaladas, para evitar que el exceso de calorías nos acompañe desde octubre, noviembre. Una vez que llegue la fecha, comprar con cabeza lo que pensamos que vamos a consumir, ya que siempre sobra y acabamos saturados de tantos excesos. A veces incluso nos excedemos con ellos con la cosa de a ver si se acaban ya y puedo empezar con mi rutina, como si nos viésemos obligados a comerlos a diario o como si desde la despensa nos llamasen o caducasen rápidamente.
Si no sabemos por cual decidirnos, mi recomendación es elegir algún surtido variado en el que venga un poco de todo o comprar los polvorones, figuritas, bombones y turrones a granel. Esta opción tiene la ventaja de que los productos vienen envueltos en porciones individuales, con lo que ya sabremos cual sería nuestra ración, sin cortar más de la cuenta (en el caso de los turrones) o evitando coger más de una unidad.
Tenemos que pensar que frente a las opciones tradicionales (generalmente elaboradas a base de frutos secos, mantecas, azúcar y cacaos), es decir, altamente energéticas, también podemos recurrir a postres más ligeros, digestivos y de buena presencia, como puede ser la piña flambeada, las peras con chocolate o al vino, las manzanas asadas con el tradicional toque de canela navideño, las macedonias de frutas, sorbetes de limón, o a las copas de queso batido y frutos rojos.
Tantos platos ricos nos llevan a querer probarlo todo y en el mismo momento, pero lo ideal es saber dosificar, eligiendo pequeñas cantidades de los platos que más nos llaman la atención y acompañarlos siempre guarniciones más ligeras, como pueden ser verduras o salsas de frutas. Podemos ponerlo todo en un mismo plato para así visualizar las cantidades reales de lo que estamos ingiriendo. Si somos golosos lo ideal es intentar comer algo menos del plato principal y reservarnos espacio para acabar con el postre.
Y por supuesto para compensar estos días, la solución no está en saltarnos comidas, ya que eso solo nos servirá para causarnos más ansiedad y descontrol, lo ideal es acompañar estas comidas copiosas puntuales con algo de ejercicio cada día. Mantener una vida activa evitará subidas de peso en exceso, mejorará tus digestiones, te ayudará a descansar mejor y contribuirá a tu bienestar personal.
Autor: Sara Barroso Jiménez